
Pero en el año 2001, ella misma se dio cuenta de que tenía una adicción, así que lo dejó de lado definitivamente gracias a ayuda profesional.
"Hubo periodos en mi vida en los que la gente dejó de confiar en mí. Sin embargo, yo tenía fe en mí misma y comencé a hacerme preguntas como dónde me veía dentro de cinco años. Entonces me dije que tendría que crearme una escalera personal y comenzar a subirla peldaño a peldaño", comenta.
Además, los médicos le dijeron que no consumiera alcohol, pero eso no lo ha conseguido ni tampoco quiere. "No estoy diciendo que esté sobria, eso sería engañar. Bebo alcohol, mi padre tiene un viñedo y el vino está realmente delicioso", confiesa Fergie.
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